
¿Quién soy?
Más allá de mi nombre, Beatriz, y mi profesión, enfermera, una auténtica soñadora y optimista infatigable. Una niña a la que siempre le encantó escribir y que utilizaba el papel ya desde pequeñita para expresar amor hacia sus seres queridos. Una mujer que ha venido a mirarle a los ojos a la vida. A aceptar que entre ella y yo habrá alegrías, triunfos e ilusiones, pero también pérdidas, decepciones y fracasos.
Quiero una Historia con su trama, con sus «lo logré» y sus «casi lo consigo». Tener cosas que contar, atreverme, elegir y jugar. Vivir la vida con sus reglas, donde unas veces se gana y otras, se aprende. Desterrar de mi vocabulario las palabras esperar y juzgar y que, en su lugar, aceptar y amar resalten en negrita y subrayadas.
Lo que más admiro en una persona es su humildad y su grado de coherencia, pues definitivamente, lo que nos define, son nuestros actos. Prefiero el dolor de una verdad a una alegría de mentira. Y si en el intento de abrazar una vida auténtica voy dejando trocitos de felicidad, ¡acepto el trato!, pues en el deseo de vivir feliz, feliz tan solo es el apellido.
Beatriz Robleda